El síndrome de ojo seco es una patología muy común y que puede provocar molestias diarias. Se trata de una afección crónica que se produce como consecuencia de una incorrecta lubricación de la superficie de los ojos.
Ojo seco diagnóstico y tratamiento
También conocido como ojo seco crónico o queratoconjuntivitis seca, afecta directamente a la película lagrimal. La función de esta última es mantener el ojo humectado de manera constante y pueda moverse con normalidad. Cuando hay una falta de producción de lágrimas, las glándulas de Meibomio tienen un mal funcionamiento o las lágrimas se evaporan con mucha rapidez, se produce el síndrome de ojo seco.
Como cualquier enfermedad, siempre es preferible detectarla a tiempo para evitar que avance y hallar un tratamiento adecuado.
¿Cómo se diagnostica el ojo seco?
Para detectar esta patología, es importante hacer consultas periódicas al médico oftalmólogo. Si las personas acudieran al especialista, al menos, dos veces al año, las molestias visuales se harían notar con facilidad y rara vez pasaría a mayores.
Una vez en el consultorio, si el paciente manifiesta tener síntomas que indican que podría estar padeciendo de ojo seco, el oftalmólogo procede a realizar una serie de pruebas para determinar si efectivamente ese es el problema que está afectando a los ojos y cuál es su origen.
En primer lugar, por lo general el profesional hace un examen externo. Observa los párpados y la superficie ocular. También examina el parpadeo, su frecuencia y el aspecto de la película lagrimal.
En segundo lugar, realiza un proceso minucioso a partir de los siguientes estudios médicos:
A través de un osmolarímetro, el oftalmólogo inspecciona el ojo con el fin de medir el nivel de salinidad existente en la película lagrimal.
Por medio de otro instrumento, se detectan los niveles de MMP-9 (matriz metalopeptidasa 9) en las lágrimas. Si estos niveles aumentan, indican que se produjo una ruptura del epitelio corneal o que hubo un incremento en la de la reepitelización corneal.
Otro procedimiento es detectar el nivel de lactoferrina e IgE en la película lagrimal. Esto resulta muy útil para hacer un diagnóstico diferencial. Esto sucede cuando un paciente presenta síntomas asociados, en un principio, a determinada enfermedad (en este caso el síndrome de ojo seco), pero que en realidad padece otra patología. Mediante esta prueba, se puede realizar un diagnóstico diferencial de conjuntivitis alérgica, ya que los síntomas son muy similares a los que provoca el ojo seco.
El oftalmólogo también puede realizar una citología de impresión conjuntival. Este estudio no requiere de anestesia.
Por último, por medio de un topógrafo de discos de plácido, se evalúa la superficie ocular para detallar el estado del ojo y la película lagrimal.
Con los resultados de todas estas pruebas, el oftalmólogo puede determinar si las molestias la persona examinada se deben o no al síndrome de ojo seco.
¿Cómo se trata el ojo seco?
Una vez que se tiene el diagnóstico correspondiente, el médico puede indicar un tratamiento adecuado para aliviar los síntomas del paciente. Es importante destacar que, al ser una enfermedad crónica, el ojo seco no tiene cura. Pero, afortunadamente, se pueden recurrir a distintos tratamientos para disminuir las molestias y desarrollar las tareas de la vida diaria con normalidad.
Lágrimas artificiales
El tratamiento para el ojo seco más común y más recomendado es la aplicación de lágrimas artificiales. Debido a la carencia de producción lagrimal, o a que las glándulas están segregando lágrimas de mala calidad, lo que se busca es lubricar la superficie ocular de manera artificial.
Esta solución es ideal para los casos de ojo seco leves, que se dan como consecuencia de factores como exceso de lectura o de tiempo frente a las pantallas.
Hay una gran diversidad de lágrimas. Varían los ingredientes, viscosidades, si son de venta libre o solo se comercializan con receta. Pero lo importante es utilizarlas con responsabilidad y seguir las recomendaciones del oftalmólogo.
Tapones lagrimales
En el caso de que el problema sea que las lágrimas se evaporan más rápido de lo que deberían, el médico indica tapones lagrimales. Su función es ayudar a que la película lagrimal permanezca en el ojo el mayor tiempo posible.
Estos tapones están compuestos por gel o silicona y se colocan directamente sobre los conductos lagrimales con el fin de obstruirlos.
Consejos caseros
Para aliviar los síntomas también se pueden poner en práctica remedios caseros y seguir los siguientes consejos que te damos en el Club del ojo seco:
- Colocar compresas calientes sobre los ojos cerrados dos veces al día durante diez minutos.
- Evitar factores ambientales como el clima seco y el viento.
- No exponerse directamente al sol, el humo y el polvo.
- Pasar menos tiempo frente a dispositivos digitales.
- Incluir ácidos grasos, como el omega 3 en la alimentación.